lunes, 19 de noviembre de 2012

Memorias (históricas)

¿Qué estarías haciendo hace ahora diez años? 


Con toda seguridad, ver a una futura princesa morirse de frío en directo, junto a uno de los 300.000 voluntarios que vinieron a Galicia a salvar nuestras playas. 
Segunda jornada de "fiesta" del MARCO, el museo de Arte Contemporáneo de Vigo. Se inauguró el mismo día que se hundió el dichoso barquito que, meses más tarde, soltaba "hilillos" de fuel. Eso decía nuestro actual presidente. Recordáis a Mariano cuando era ministro? Si no lo recordáis, está Aznar para contar que un día él lo encumbró, y que fue a él de chiripa. 
El Roto ilustraba el, a su vez, ilustrativo comentario.

No porque su trabajo no lo mereciese, sino porque Rato no se decidía y... bueno, con esa gracia y misterio de los grandes jefes y genios que dirigen el mundo a su antojo (o al menos en tripartito), atusó su bigote y le dijo una noche: "Mariano, te voy a decir lo que no quieres oír". Las memorias de este pequeño madelman me importan tan poco que no se desprende de mí ni un hilillo de curiosidad. Especialmente ahora que su esposa está en el candelero por asuntos serios día sí y día también, y no sale muy bien parada. La arena es un escollo con el que choca esta familia muy a menudo.Y la princesa... entonces me importaba lo que recogía a pie de playa. El cuento de hadas se esfuma antes de que dé nombre a un hospital para ricos. Cuando se montan albergues improvisados para el creciente número de "sin techo", desahuciados o, simplemente, arruinados.

Aquellas personas que se metieron de lleno en el petróleo formaron parte de un movimiento también improvisado, como todos los que nacen desde abajo. A la vez más poderoso que cualquier acción diseñada y organizada desde las altas esferas con motivaciones y fines ajenos a la gente de a pie. Mucha cumbre de las Américas, y mucho G-20. Mucho juicio tardío. Mucha foto de apretón de manos y lágrimas en la tele. A pocas manos con grandes medios no se les caen los anillos.

A algunos de los voluntarios los pudimos conocer en el MARCO hoy, como parte del programa de aniversario, gracias al documental que Isabel Coixet filma para hacer balance una década después de la catástrofe. 

Vinieron de todas partes: Kazajstan, Alemania, Reino Unido... Por supuesto, también desde distintos puntos de España. Algunos se quedaron aquí unidos al mar, a la tierra y las personas. Por ejemplo, Nuria o Soledad, que han dejado huellas con vida para que sigan quitándonos el oro negro de los ojos. Alegría Fisterra es una de esas niñas; corre al sol en una playa al final del documental
Muchos jóvenes y niños como ella no salen ahora a la calle por el Prestige o la guerra de Irak, pero salen. Por el 15-M, la crisis, el paro, el futuro... Y se les sigue llamando "generación perdida", como en 2002. Resulta que, al final, llevo casi la mitad de mi vida perdida, sin saber si me encontraré en algún día. Lo que nos faltaba por oir (y lo que faltará!).

No hace tanto tiempo desde el pasado, ni está tan separado de lo que es hoy, no? Pese a que el resultado sea impredecible antes de que se convierta efectivamente en futuro. Recordemos al "hilillos": ¡presidente...! Por eso el movimiento ciudadano que limpió la mierda negra puede limpiar la mierda dorada de bancos, o dejar que otros pinten un fondo azabache para el resto de los días. Recordemos también que el museo fue un juzgado y cárcel de última generación en su día (allá en el XIX) , panóptica, desde cuyo centro esférico se controlaba cualquier punto del edificio. Ahora convergen en éste muchos ojos, manos e ideas; por otros diez años mínimo, espero. 



Éstas son las memorias que guardamos quienes lo vi(vi)mos. Por si alguien pone, al despiste, una capa de pintura y no hay Gallardones o titulares que las juzguen de interés en 2022.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué opinas??