: D !!!! (sonrisa grande)

Objetivo oscuro.

Piensa mal y... acertarás?? No lo creo. Al menos, no normalmente. Y no hablo de ser inocente. Sino de considerar al otro igual de válido y humano que tú: desde el respeto.
El principio POSITIVIDAD.
Aquello que haces tiene un efecto fuera: desde lo que piensas a lo que dices. Eso de que todo comunica: la cara que pones, si hablas, no hablas, si el silencio es largo, si no miras, si miras, a los ojos, a la cara, a... Todo, todo provoca un significado. Bien es cierto que pueden producirse equívocos y malentendidos. A veces no estamos muy atinados y no nos portamos muy bien, o nos mostramos demasiado susceptibles y no muy espabilados. Pero este riesgo se minimiza si la sustancia promotora es buena. Buena intención y no mala fe, vamos, presumir el bien antes de que se demuestre lo contrario.
Esto viene al caso, un poco lejano ya, a mi ratito de lectura cotilloide de los suplementos femeninos. No os digo..? Por qué descartar? Un tío que lea S Moda es rarito? Y ni te cuento si es la YO DONA... Yo leo la GENTLEMAN, toma ya! Me importa bien poco como se llame. Aquí tenemos en todo caso, desde mi vanidad bienintencionada - para motivarme -, un poco de publicidad gratis.
En fin. Hallábame yo leyendo la segunda y tomando un cafecito. Y me encontré con la columna La Lupa. La escribe  María Vela Zanetti, reputada periodista. La leí con renovada curiosidad después de haberla abandonado por intento de envenenamiento. Esta sección dirige su objetivo, una lente muy negra y de lupa, es decir, exagerada en la dimensión que da a lo que enfoca. Hay exageraciones que son hipérboles hilarantes. Otras, en mi opinión son, simplemente, enormes ataques sin más razón que... qué? Por qué lo hace? Adele, la cantante a la que ha llegado la fama muy joven, a los 23, aunque ya había sacado un álbum a los 21 (bastante bueno, la verdad, por lo que ya prometía) comete el error de ser una prodigiosa farsante. Cada vez que la ve, María piensa "en Churchill niño, un gordezuelo consentido, eternamente agraviado y con los ojos puestos desde su más tierna infancia en el camino de gloria que piensa recorrer para resarcirse de tanto capricho contrariado". Aun peor: "un tonelete vacío, acodado en algún sótano goteante, en cuyo interior mohoso cualquier sílaba se convierte en un artero, pegajoso gorgorito" Más adelante, explica que está muy crecida - y eso es mío, no va con chiste -, todo porque "Para congraciarse con sus lectoras desanimadas y para contrapesar la abundancia de consejos inútiles que se les propinan desde sus páginas, cada dos o tres años las revistas femeninas ponen en su portada a una gorda perfectamente empaquetada en papel de celofán" Ahí me paro y me pregunto: por qué?? Por qué tres de las frases más insultantes que he leído últimamente en una misma página, por qué esta mujer de apellido Vela se hace tan mala sangre y por qué no se va a tomar viento, deja los ataques gratuitos en su cabeza y no me dice algo útil - para variar, no? para contrapesar la sarta de tonterías que me aconsejan las revistas como esa que tengo entre mis manos. Ésa, en la que tan orgullosa estampa su cara y su nombre.
Ni inocencia, ni falta de humor. El humor negro me encanta. Muchas veces me causa equívocos incómodos porque no todo el mundo lo usa. Pero ese humor negro, para que lo sea:
1º Es gracioso, no hiriente. Pasar la barrera es ser un impertinente amargado, al final. A María, cada vez que la veo, pienso en una compañera de colegio que, cada vez que se cruzaba con alguien por el pasillo, era un imbécil que conocía, una mala persona con la que antes había compartido amistad, o... algo malo, cualquier cosa, un pobre inepto. Pobres ellas. No puede ser que todo el mundo sea una basura. No me da ni argumentos; ni los necesito, no preciso pensar mal de nadie ni descubrir "¡Oh! Esta chica, que parecía un manso corderillo, y mira..." Venenosa, gente tóxica.
2º Constructivo. Una vez leí que toda broma tiene un fondo de verdad. Nos reímos de algo malo, en este caso, PARA dejarlo en evidencia, como escarnio o parodia constructiva. O para soportar como una sonrisa algo a lo que nos hemos resignado, lo cual es bastante entrañable.
PARA QUÉ destruir por destruir? Es que no le veo ni fin, ni gracia en su estilo, ni lógica. Porque después de que se haya ensañado con Ariadne Artiles (que escribe un blog no como periodista sino como modelo, colaboradora, en una revista de la competencia) y su pelo Pantene; con todas aquellas que NO sean iguales a Keira Knightley, prototipo de mujer por la que siente debilidad -un sentimiento medianamente positivo, no será? -, larguirucha, distinta y con personalidad; y, esta semana, con Taylor Swift, cantante rubia, joven, con éxito, guapa, que nunca dice ni pío o que al menos no se la ha oído (a lo mejor tiene fuentes desconocidas y no perversas), cuyo mayor crimen es ser una "mitómana de abrigo" también con demasiadas ínfulas. Es una pena que ser feliz y hacer lo que quieras, o tener una autoestima alta que no perjudique a nadie, en lugar de estar amargada se haya convertido en algo antinatural para ella, no el estado normal de una persona.
Lo peor, es que el karma existe. La comunicación negativa, esa gran lente negra con la que mira hacia fuera al final vuelve y bum! De bruces. No quiero más comunicación negativa, siempre positiva. Qué cansancio. Que no boicot. Desde hoy, 9 de octubre, desde el sábado en realidad, esa página es como un cristal oscuro. No veo nada. Y silencio, relax.