O esto se está convirtiendo en un agujero negro que va absorbiendo realidad en espiral, o ya no entiendo nada.
Primero, vino Valentín. Aquellos solteros no por propia voluntad y amantes sólo del escepticismo referente al amor, celebraron el Single's day. La leyenda cuenta que fue un santo católico que vivió allá por 217, en tiempos del Emperador Claudio II y fue asesinado por éste. El sacerdote cristiano no cedía ante la prohibición romana de casar a los jóvenes que, después, al ser convocados a filas, rehusaban invocando al poder y deber del compromiso de amor. El amor que obra milagros - en las historias -, devolvió la vista a Julia, la hija del carcelero del santo, Asterius. Julia era ciega de nacimiento. Pero como la multiplicación de los panes y los peces o la curación del inválido, el amor - divino, el sagrado, nada que ver con el carnal; moral... - consiguió superar el reto.
Ya no hay retos de ése tipo; milagros, mucho menos. Ahora el reto es Saberlo o No saberlo, o subir un rocódromo de memoria y a ciegas ante Carlos Sobera y millones de españoles. O tirarse en plancha hacia Guadalix y no romperse medio cuerpo, lo cuál no siempre se consigue. O encontrar un trabajo en condiciones, no entrar en el próximo ERE. Bueno, pan y circo.
Circo en la tele: en los platós, desde los juzgados y el Congreso o en la Eurocámara.
Y el pan?? Conseguido el primer reto - el sustento -, ecológico, artesano y con tres mil tipos de harina. A lo antiguo pero nuevo. De aquí, local, con encanto, o cosmopolita, europeo, de tendencia, que también te encanta. De contrabando, más barato. E incluso, para tu mascota, una vez surtido su armario, henchido y bien nutrido queda. Bien contento.
Lo moderno y lo antiguo, lo vanguardista y lo tradicional, todo junto. Porque todo lo queremos y todo lo podemos.
Moda futurista y retro a la vez, en la misma colección, como en Alendander Wang (no es que lo haya inventado él, por supuesto, es que la mezcla sorprende y colma los deseos de abarcarlo todo); o que supone un disfraz exótico, con el morbo de que lo exótico esté cerca y el concepto de disfraz quede en cuestión. Los amish de Dior. Les toca a ellos, ahora, estar de moda: en series como Banshee o realities que muestran la salida de la "caverna" al mundo.
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| Imágenes de SModa acerca de la Mercedes Fashion Week NY O/I 2013 |
Volvamos al pasado con el Santo. Al final, Valentín fue ejecutado, un 14 de febrero. Para la posteridad, se tornará en símbolo de la unión de los enamorados. Se hará alusión a él en cartas empapadas de sangre y lágrimas, envueltas en leyendas como la del cautivo Duque de Oleáns en la Torre de Londres, del que se dice que firmó como "your valentine" en su última misiva a su esposa, allá por 1415. La British Library no coincide en su versión de los hechos, ya que atribuye la carta a una cortesana que rubricó su dedicatoria a John Parston de la siguiente manera, en febrero de 1477:
"Be your Voluntyne / Mergery Brews"
Desde entonces, millones de postales y cartas han sido escritas el día del amor. Historias verdaderas o no, no es lo importante. Porque se necesitan sueños e historias. Y por eso son rentables todas las asociaciones materiales posibles: bombones, rosas... Lo redescubrió - a gran escala - la artista y empresaria Esther Howland en el XIX, quien comenzó a vender sus famosas Valentine's Day greeting cards por todo Estados Unidos.
Y el almendró ha llenado miles de fotografías, estampas, cuadros, en virtud de su belleza y su simbolismo; tal vez sí lo plantase Julia a los pies de la tumba de San Valentín, en agradecimiento. Tal vez no; pero es bonito imaginarlo. Y es una historia a que acogerse.
Viejo, nuevo, antiguo, moderno, de nuevo, concreto, absoluto, transgresor. Un caos.
La fe y la fortaleza de la moral que defiende la Iglesia se esfuma - bueno, hace mucho que iba y venía, a veces estaba y muchas no -. El papa lo deja, que está muy mayor y no aguanta el peso de la inmensa orbe. Se esfuma, pero el jefe volverá como humo blanco, en unos días. Jefe infalibl..?
Infalible no es nada. Puntero es de ayer, mañana; y da miedo. "Todo eso es malo", dice mi padre, sentado en el sofá, viendo que el grafeno es, ahora se sabe, más resistente que el diamante. Y más flexible, por lo que pronto tendremos teléfonos y pantallas que se doblan y enrollan a nuestra voluntad. Malo o bueno, como todo; no se sabe. Al parecer, también podrá servir para desarrollar prótesis de músculos muy maleables y más eficientes, por tanto.
Todo es importante y valioso, y una promesa de mejora y poder, de supremacía de la especie. O vano y frívolo, que hasta provoca indignación.
O absoluto, como el amor.
Cuando sobreviene una gran piedra que lleva años luz surcando el espacio, y nos roza. Cuando otra más pequeña impacta como en las novelas y películas de ciencia ficción y la ficción no parece tan entretenida ni tan imaginaria.
No pasa nada. (O en cualquier caso, nada se sabe todavía.)
No pasa nada. Sí, esperen: tal vez sea basura espacial. No tiremos porquería fuera, no escupas al cielo. Y todo es seguro y sencillo, de nuevo.
En fin. Llámenme cínica.
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